CÓMO ESPECIFICAR YAKISUGI EN FACHADAS

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GUÍA COMPLETA DE SECCIONES, FIJACIÓN, SUBESTRUCTURA Y ACABADOS

Casa contemporánea con fachada de madera carbonizada Yakisugi en tono oscuro, forma volumétrica simple, cubierta inclinada y un porche enmarcado iluminado al atardecer; paisaje de terreno rocoso en primer plano y cielo rosado al fondo.

La pregunta no es “qué acabado elegir”, sino cómo especificar el Yakisugi para que el sistema completo funcione de forma coherente y duradera. 

El Yakisugi se ha consolidado como una solución de alto nivel para fachadas ventiladas. La textura carbonizada aporta carácter, presencia y estabilidad frente a la intemperie, pero la calidad final del revestimiento no depende únicamente del acabado. Depende del sistema. Cada decisión —desde la especie de la madera hasta la sección de las tablas, la ventilación y la fijación— determina cómo la fachada se comportará con el paso del tiempo.

Una fachada no funciona por apariencia. Funciona por ingeniería.

INTRODUCCIÓN

El uso de Yakisugi en fachada ha crecido en proyectos que requieren un diseño constructivo claro y consistente. La superficie carbonizada aporta protección y una lectura estética marcada, pero su rendimiento depende del sistema que la acompaña.

La correcta especificación empieza mucho antes de seleccionar el tono del acabado. Empieza entendiendo la relación entre la madera, el clima y la forma en que el aire circula detrás del revestimiento.

De este modo, la estabilidad final de una fachada Yakisugi no se explica únicamente por el fuego. Surge de la combinación entre la especie elegida, las dimensiones adecuadas, la continuidad de la cámara de aire y una estructura que respete el comportamiento natural del material.

Cuando estas decisiones trabajan juntas, la fachada gana longevidad y mantiene su forma con el paso del tiempo.

MADERA Y CLIMA: UNA RELACIÓN QUE NO SE PUEDE IGNORAR

La elección de la madera base es el primer paso crítico. Todas las especies utilizadas en Yakisugi cuentan con certificación FSC, pero cada una responde de manera distinta al clima, a la radiación solar y al nivel de humedad ambiental.

En zonas secas como Madrid, el abeto mantiene un comportamiento estable frente a niveles reducidos de humedad. Regiones de contrastes térmicos como Andorra, la madera termotratada ofrece mayor control dimensional. En áreas húmedas como Galicia, Asturias o Cantabria, el alerce aporta densidad y menor absorción superficial, cualidades clave para climas con precipitaciones frecuentes.

La elección no puede ser aleatoria. La madera debe seleccionarse según el comportamiento esperado del clima.

Una especie adecuada reduce movimientos, mantiene estabilidad dimensional y permite que la capa carbonizada cumpla su función durante años.

Conjunto de casas modernas revestidas en madera carbonizada Yakisugi, con estructuras exteriores en forma de A para almacenar leña, cajas de madera negra y un jardín con grava y vegetación. Arquitectura contemporánea en tonos oscuros integrada en un entorno natural.

SECCIONES: EL EQUILIBRIO ENTRE RIGIDEZ Y ESTABILIDAD

Las secciones determinan la rigidez y la estabilidad del revestimiento. Secciones equilibradas distribuyen mejor los movimientos naturales de la madera.

Por ello, las secciones recomendadas para Yakisugi en fachada son:

  • 20 × 95 mm
  • 20 × 120 mm
  • 20 × 145 mm

Estas dimensiones permiten una lectura uniforme del acabado, reducen la probabilidad de deformaciones y funcionan correctamente dentro de un sistema ventilado.

La relación entre especie, clima y sección es lo que permite que la fachada mantenga estabilidad incluso en exposiciones exigentes. Una decisión técnica adecuada en esta fase evita muchos problemas que suelen aparecer años después.

PERFILES, FIJACIÓN Y SUBESTRUCTURA

Una fachada en Yakisugi depende de tres elementos clave:

el perfil seleccionado, el tipo y la distribución de los tornillos y la forma en que el aire circula detrás de las tablas.

Perfiles: estética

UYS y PAR cumplen funciones puramente estéticas.

  • UYS crea una sombra marcada entre tablas.

  • PAR ofrece una lectura más continua y minimalista.

Ambos aportan el mismo rendimiento técnico.

La elección es visual, no estructural.

Fijación: el detalle que sostiene el sistema

La fijación correcta evita movimientos indeseados y garantiza estabilidad:

  • tornillos A2 para la mayoría de proyectos;
  • tornillos A4 en zonas cercanas al mar;
  • fijación siempre por la cara frontal;
  • distancia entre tornillos: 40–60 cm.

Una fijación inadecuada suele ser origen de problemas que aparecen con los años: tablas que se abren, movimientos irregulares, marcas superficiales o corrosión.

Subestructura: la base real de todo

Independientemente del perfil, toda fachada Yakisugi debe ser ventilada. Esto implica:

  • mínimo de 4 cm entre el muro y la madera;
  • entrada de aire por la parte inferior;
  • salida de aire por la parte superior;
  • continuidad de la ventilación en toda la superficie.

Sin esto, ninguna fachada de madera — carbonizada o no — funciona correctamente.

Configuraciones según el perfil

  • PAR → una sola capa, sección 42 × 42 mm;
  • UYS horizontal → también una sola capa;
  • UYS vertical → dos capas, secciones 60 × 20 mm.

Cuando la ventilación es continua y la estructura respeta el comportamiento natural de la madera, la fachada gana estabilidad y funcionalidad a largo plazo.

Sala de estar moderna con pared de madera tratada en acabado Yakisugi, sofá gris, mesa de centro negra, estufa de leña y escalera interior de madera oscura. El espacio se abre a una terraza exterior a través de una gran puerta corredera.

ACABADOS Y SU EVOLUCIÓN CON EL TIEMPO

Los acabados definen la estética inicial, pero también la frecuencia de mantenimiento.

Acabados oscuros: mayor estabilidad visual

Acabados como Ebony contienen más carbono superficial, lo que:

  • refleja mejor la radiación;
  • preserva el color por más tiempo;
  • evoluciona de manera más homogénea.

Pueden mantener su aspecto original hasta 7 años, dependiendo de la exposición solar.

Acabados claros: evolución más rápida

Acabados como White Ash presentan:

  • menor capa carbonizada;
  • mayor nivel de cepillado;
  • interacción más directa con la radiación solar.

Por ello, pueden requerir renovación estética entre 3 y 4 años en orientaciones de fuerte exposición.

Mantenimiento real

El mantenimiento del Yakisugi es sencillo:

  • limpieza del polvo;
  • reaplicación de aceite al agua cuando se desea recuperar la intensidad del tono.

Sin barnices, sin selladores químicos, sin tratamientos complejos.

Casa moderna revestidas en madera carbonizada Yakisugi.

CONCLUSIÓN

Una fachada Yakisugi funciona cuando funciona el sistema.

Cuando estos elementos actúan en conjunto, la fachada deja de ser un simple revestimiento y se convierte en una superficie estable, funcional y capaz de envejecer con dignidad.

Zenwood suministra la madera carbonizada, la subestructura y los tornillos adecuados para fachadas ventiladas, y ofrece asesoramiento técnico para ayudar a especificar cada proyecto con precisión.