Es reconocido por sus tonos cálidos, que van del marrón dorado al marrón anaranjado, y por su textura excepcional. Logrado mediante la precisa técnica de carbonizado Shou Sugi Ban, este acabado resalta maravillosamente la veta natural, prominente y expresiva del alerce, creando un juego dinámico entre los tonos ámbar más claros y las zonas más oscuras carbonizadas. Su apariencia acogedora y natural lo convierte en uno de nuestros productos más populares para fachadas cálidas y espacios interiores llenos de carácter.